Casi 10.000 estudios han analizado el liderazgo, pero su definición sigue siendo difícil de alcanzar. Sin embargo, podemos estar de acuerdo en que el liderazgo es algo más que un título, es una habilidad que puede cultivarse.
Es un proceso dinámico que inspira e influye en las personas para que trabajen por un objetivo común.
El liderazgo puede clasificarse en diferentes estilos. El origen de los estilos de liderazgo se atribuye generalmente al psicólogo estadounidense Bernard M. Bass. Estos investigadores establecieron y diferenciaron dos estilos de liderazgo: transaccional y transformacional.
Aunque algunos los consideran opuestos, en realidad ambos son constructivos y tienen un impacto positivo en la realización de los objetivos del grupo. Sin embargo, difieren en cuanto a su forma de actuar y su impacto.
Profundicemos en estos fascinantes estilos de liderazgo.
El estilo transaccional
Este estilo de liderazgo es un modelo clásico basado en el principio del intercambio social, una relación de dar y recibir entre el líder y el empleado. Puede adoptar la forma de recompensa por un trabajo bien hecho o de castigo por un rendimiento insatisfactorio.
Este estilo de liderazgo, que sigue siendo muy común en el lugar de trabajo, es apreciado por la claridad de sus exigencias y su facilidad de control. También es fácil de aplicar, ya que la motivación de los empleados se basa esencialmente en el sistema de recompensa-castigo por alcanzar objetivos predefinidos. Por tanto, ofrece un entorno bien estructurado con normas definidas por la jerarquía.
Sin embargo, este sistema de recompensa-castigo tiene sus límites. Aunque puede ayudar a alcanzar objetivos a corto plazo, a menudo conduce a una falta de compromiso y satisfacción de los empleados a largo plazo. La falta de oportunidades para la autonomía y la creatividad puede conducir a la frustración. Este sistema de ""garrote y zanahoria"" puede conducir a una motivación esencialmente extrínseca, limitando la implicación personal y la búsqueda de sentido en el trabajo.
El estilo transformacional
Este estilo de liderazgo va mucho más allá de una simple transacción. Pretende inspirar y transformar a los empleados en colaboradores llenos de ambición y deseos de superar sus propios límites. En lugar de limitarse a alcanzar objetivos predefinidos, un líder transformacional empuja a cada individuo a ir más allá, a superarse a sí mismo.
En este modelo, los líderes trabajan de la mano con sus empleados para llevar a cabo las misiones e impulsar los cambios necesarios dentro de la organización. En lugar de dar instrucciones, estos líderes sitúan a sus empleados en el centro de la acción y los implican activamente en la definición de las mejores estrategias a adoptar. Este alto nivel de autonomía concedido a los empleados y su implicación en la definición de las misiones no sólo les da un sentido de la responsabilidad, sino que también estimula su motivación y su sentido de la ética.
Este estilo de liderazgo, más arraigado en las personas y en su desarrollo, sigue estando ampliamente desbordado por el estilo transaccional. Dados los cambios actuales en el mundo laboral, los líderes harían bien en alejarse del estilo transaccional y adoptar un estilo más moderno, más humano, con una visión de futuro más unificadora.
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