Resiliencia – Nos hemos encontrado esta palabra con mucha frecuencia en el pasado reciente. La resiliencia, como sabemos, es la capacidad de recuperarnos cuando nos enfrentamos a situaciones desafiantes o difíciles. Un lugar de trabajo es propenso a tener factores que causan tensión entre los empleados, pueden ser conflictos laborales, cambios repentinos en el trabajo, un mercado laboral competitivo, etc. Superar estos retos requiere habilidades y aquí es donde entra en juego la resiliencia.
Durante la pandemia, cuando la forma en la que trabajamos sufrió un cambio drástico, las organizaciones y empresas que pudieron responder efectivamente a las disrupciones, planificando y preparándose para la crisis, pudieron mantenerse, emergiendo con más fuerza. En este artículo entenderás por qué es importante la resiliencia y aprenderás a fortalecerla mediante la autoaceptación y la mentalidad de crecimiento.
¿Por qué la Resiliencia es la habilidad indispensable?
En un estudio realizado por CV-Library (2019), se encontró que los Empleadores favorecieron a la Resiliencia como una de las habilidades potenciales clave de un candidato en un 57,7%. Entonces, ¿por qué la Resiliencia está predominando más? Porque juega un papel importante en la vida laboral de un empleado, veamos cuáles son:
- Ayuda al empleado a mantenerse en un trabajo incluso cuando se enfrenta a dificultades, todos los trabajos tienen sus propias dificultades, pero si un individuo tiene poca motivación y comienza a desistir porque no es capaz de hacer frente a los desafíos, entonces es posible que el individuo necesite trabajar en la construcción de su Resiliencia.
- La resiliencia da lugar a sub-factores como la gestión del estrés y la flexibilidad, lo que permite a los empleados recuperarse rápidamente de situaciones complejas y no quedarse atascados por los objetivos o los plazos. Le da a uno la determinación y la inspiración para completar las tareas e incluso planificar mejor lo que está por venir teniendo en cuenta los posibles desafíos a futuro.
- Permite la productividad y la eficiencia en el trabajo. El individuo es capaz de dar lo mejor de sí mismo y no dejar que los obstáculos que se le presenten afecten su resultado de calidad.
- Por último, la investigación ha demostrado una y otra vez que la resiliencia y el bienestar están estrechamente relacionados.
La resiliencia es como una habilidad madre que da paso a algunas de las habilidades blandas más buscadas, como la adaptabilidad, el punto de vista positivo, el manejo del estrés y la resolución de problemas. ¡La buena noticia es que la resiliencia puede practicarse y aprenderse!.
¿Cómo se puede reforzar la resiliencia para tener una vida laboral gratificante?
Nuestra Solución:
Autoaceptación + Mentalidad de crecimiento = Resiliencia reforzada
Autoaceptación – se define como la capacidad de un individuo de aceptar sus atributos y su personalidad, sean buenos o malos. Actúa como protección frente a las críticas y los retos, y le permite a uno creer en las propias capacidades. Permite a un individuo evaluar sus puntos fuertes y débiles y tener una clara comprensión de quién es y dónde se encuentra en la actualidad en lo que respecta al trabajo, las relaciones, la vida personal, etc. La autoaceptación es el resultado de ser consciente de uno mismo. Una vez que se toma conciencia de uno mismo y se aceptan las características positivas y negativas, ¡se mejora la autoestima y se tiene un fuerte sentido de la fe en las propias capacidades cuando se afrontan las adversidades! He aquí algunas formas de tomar conciencia de uno mismo y reforzar así la resiliencia
- Tómate tiempo para ser consciente de ti mismo realizando un test de personalidad o de Inteligencia Emocional, para saber en qué punto te encuentras y quién eres como persona.
- Reflexiona tanto sobre tus puntos fuertes como sobre tus retos.
- Busca ayuda de psicólogos certificados
A través de este proceso se puede ver cómo el sentido del yo afecta al rendimiento del día a día y a la capacidad de afrontar los retos. Pero la autoaceptación no es sólo reconocer las imperfecciones, también es buscar mejorarlas, si queremos una vida gratificante ¡también necesitamos crecer! Esto nos lleva a la siguiente parte de la ecuación, que es la mentalidad de crecimiento.
Mentalidad de crecimiento en las personas– Hay dos mentalidades, una es la "mentalidad de crecimiento" y la otra es la "mentalidad fijada". Los individuos con una mentalidad fija creen que son lo que son y que no hay espacio para crecer y se quedan atascados en los fracasos. Evitan los retos, no tienen en cuenta la retroalimentación, tienen una baja autoestima y no creen en sus capacidades. Mientras que los individuos que tienen una mentalidad de crecimiento están más abiertos a los retos, ven el fracaso como un camino hacia el éxito y se superan activamente durante los retos.
Con una mentalidad de crecimiento, es más fácil establecer objetivos desafiantes, y siempre buscan esforzarse, experimentar y aprender cosas nuevas. Gracias a esto es que cuando una persona se enfrenta a tiempos de cambio, puede adaptarse rápidamente y buscar aprender algo nuevo durante el proceso. He aquí cómo se puede desarrollar una mentalidad de crecimiento y reforzar así la resiliencia:
- Establece objetivos para mejorar tus imperfecciones, (por ejemplo, si tu punto fuerte es ser detallista a la hora de hacer una tarea pero tienden a incumplir los plazos, entonces establece objetivos que te ayuden a manejar tu tiempo)
- Asume tareas desafiantes, búscalas activamente e intenta hacer algo nuevo.
- Ten una agenda para anotar las cosas que aprendes cada vez que fallas, de esta manera los errores se sumarán a tu experiencia y te pavimentarán el camino al éxito.
Para concluir, todos conocemos el dicho de que si hay algo constante es el CAMBIO, y a través de cualquier cambio que el mundo atraviesa, aceptar dónde estamos y lo que está sucediendo y querer crecer a través de él siempre ¡nos ayudará a navegar a través del cambio y ser Resilientes durante los tiempos difíciles!
