En la actualidad, el 75% de las empresas que encuentran dificultades para contratar, justifican este hecho por la falta de perfiles cualificados [1]. Frente a este fenómeno, y para compensar una desaceleración de la actividad, algunas empresas han apostado por la deslocalización, contratando a su personal en el extranjero. Los motivos de esta escasez son múltiples: falta de competencias especializadas, formación universitaria excesivamente valorada, carácter híbrido de los puestos de trabajo, falta de estructuras de formación, etc.
Al margen de esto, tener un proceso de selección correctamente estructurado, saber adaptar las propias expectativas al mercado laboral y definir debidamente las competencias esperadas, permite solventar, en gran parte, este problema.
A continuación, brindamos 3 consejos para optimizar sus contrataciones y captar los talentos adecuados con total seguridad.
Definir correctamente las expectativas
Hoy en día, el verdadero desafío en el ámbito de la contratación, consiste en otorgar menos importancia a la experiencia profesional y a los diplomas, que a las propias competencias. La mayoría de las empresas sigue contratando únicamente en base a los años de experiencia o los estudios realizados, considerando que estos dos factores están estrecha y lógicamente relacionados con las competencias intrínsecas de cada persona.
Sin embargo, lamentablemente, esto no siempre se cumple, y muchas grandes empresas, con éxito, han tomado ya conciencia de que las competencias y la personalidad de los candidatos deben convertirse en la prioridad del proceso de selección.
Apostar por las competencias
Diferenciamos dos tipos de competencias: las competencias técnicas (hard skills) y las competencias no técnicas (soft skills). Las hard skills están relacionadas con los conocimientos, pueden ser aprendidas y fácilmente identificadas con los diplomas obtenidos y la experiencia profesional. Pero, como hemos expuesto anteriormente, si nos fijamos únicamente en las competencias técnicas, nos costará encontrar los perfiles adecuados. De ahí la importancia de tomar en cuenta las soft skills, aquellas competencias no técnicas como la creatividad, la capacidad de negociación o la inteligencia emocional.
Cuando usted contrata para un determinado puesto, tiene que definir cuatro o cinco competencias principales. Es importante ponerles nombre e identificarlas. Tiene que demostrar precisión pero, también, flexibilidad, tratando de diferenciar las competencias esenciales, de las altamente deseadas, pero no imprescindibles. De este modo, evitará buscar en vano un perfil poco realista. Deje la puerta abierta a algunos perfiles atípicos, ya que, aunque queden fuera de su ámbito de actividad, podrían tener soft skills que los podrían convertir en personas con capacidad para formarse. Este método ayuda a dar un nuevo impulso a sus contrataciones, así como favorecer la diversidad de los perfiles seleccionados.
Elaborar un referencial de competencias
La contratación basada en las competencias consiste en identificar las aptitudes necesarias para un puesto. Por ello, resulta útil elaborar un marco de competencias, un documento que recopile todas las habilidades que se encuentran en una organización. Este recurso permite a las empresas tener un conocimiento más preciso del conjunto de competencias del que disponen. Para ello, a cada puesto se le asocia una lista de soft y hard skills, lo que proporciona una visión clara y precisa de lo que se necesita para desempeñar con éxito cada función. A partir de este punto, es fácil establecer una correspondencia entre las competencias requeridas para un determinado puesto y las que posea un candidato, por ejemplo, mediante evaluaciones psicométricas. Esto hace que la identificación de los candidatos adecuados sea mucho más sencilla, más allá de los antecedentes "clásicos" o generalmente aceptados para ocupar un determinado puesto.
El reclutamiento eficaz es un reto desde hace mucho tiempo, y el rápido desarrollo de la tecnología moderna nos obliga a adaptarnos constantemente y a cambiar nuestras prácticas actuales. Sin embargo, existen soluciones que nos permiten adaptar nuestros procesos de contratación al mercado actual e innovar continuamente nuestras herramientas. Pues, al final del día, el éxito de la contratación no sólo implica conocer las expectativas de los candidatos, sino también la capacidad de replantearse los métodos de selección.
