Los riesgos psicosociales (RPS) son a menudo como sombras silenciosas que resultan más difíciles de identificar que las amenazas físicas. Algunas empresas, enfrentadas a esta incertidumbre, adoptan una actitud pasiva, esperando que la situación se resuelva por sí sola. Sin embargo, ¡una solución efectiva está al alcance de todos!
Te invitamos a descubrir un enfoque en 4 etapas para fomentar la salud de tu empresa ,evaluar la naturaleza de los riesgos existentes y determinar el nivel de prevención a implementar para intervenir de manera efectiva.
El objetivo de la prevención de RPS es sencillo. Un análisis de la organización identifica la presencia de riesgos y evalúa su nivel de gravedad. Si las conclusiones muestran que los riesgos son bajos, es necesario intervenir en fases tempranas para prevenir los RPS y seguir protegiendo la salud de las personas. Por el contrario, si se demuestra que los riesgos son la causa de problemas más graves, es necesario actuar rápidamente para reducirlos mediante cambios de mayor alcance.
1 - Sensibilizar y comunicar el planteamiento
Para movilizar a las personas adecuadas, es necesario que todos los implicados en la empresa conozcan los RPS. La sensibilización pasa generalmente por campañas de comunicación para informar sobre los RPS: qué son, qué impacto tienen en el individuo y en la empresa, cómo es un entorno saludable, etcétera. Hablar de salud psicológica sigue siendo un tema tabú en algunos círculos. Por eso hay que informar sobre qué es y hacer hincapié en que puede afectar a cualquiera. El personal de la empresa debe comprender la importancia de tomar medidas para prevenir los riesgos psicosociales. Basta con observar las estadísticas sobre el tema y el rendimiento de la inversión.
2 - Identificar los riesgos
El objetivo de esta etapa es evaluar la situación actual de la empresa mediante la identificación de los riesgos existentes. Se trata de conocer en profundidad los RPS a los que están expuestos los trabajadores, definiéndolos y evaluándolos. Para ello, se invita a cada empresa a crear un archivo que permita conocer el alcance de los RPS existentes. Este archivo se alimentará de datos administrativos y de las reacciones de los empleados. Podrá actualizarse anualmente con nuevos datos que permitan seguir la evolución de los RPS y los resultados de las medidas aplicadas.
Para facilitar este proceso, ofrecemos herramientas de análisis de los RPS. Están validadas científicamente y proporcionan información concreta para cuantificar la presencia y la naturaleza de los RPS.
Una de las herramientas más conocidas es el test MOTIVATION+. Analiza 15 elementos que contribuyen a la realización de los empleados y mide su nivel de satisfacción para determinar los factores de riesgo que requieren medidas y los factores de protección que deben preservarse.
3 - Planificación de la acción
Se recomiendan cuatro fases para garantizar una gestión óptima de los cambios que se avecinan. Puede ser una buena idea crear un comité en el que participen varios agentes de la empresa (directores, gerentes, RRHH, empleados, representantes del personal), para llevar a cabo una revisión general de los riesgos y las posibles soluciones, y para facilitar la participación del mayor número de personas posible.
Se deben presentar los resultados del análisis de los RPS identificados en la empresa, destacando tanto los puntos positivos como las áreas de mejora.
Una vez identificada la situación, hay que definir las áreas prioritarias de actuación. Si se han identificado varios RPS, es aconsejable seleccionar uno o dos para actuar en primer lugar. Al dar prioridad a los RPS de fácil solución, se mantiene la motivación de los empleados y se pueden observar mejoras a corto plazo, lo que refuerza su compromiso.
Una vez elaborada la lista de posibles acciones, se sugiere reunirse y seleccionar las acciones que se van a emprender. Para facilitar esta elección, es importante asegurarse de que se dispone de todos los recursos necesarios para llevar a cabo cada acción, evaluando al mismo tiempo si los resultados esperados serán visibles a corto, medio o largo plazo.
4 - Aplicar las medidas y garantizar el seguimiento
Una vez identificados los RPS y seleccionadas las acciones que deben emprenderse, es momento de pasar a la acción. Para ello, tendrá que elaborar un plan de acción detallado y un cuadro de mando para planificar, supervisar y evaluar estas acciones. El seguimiento, aunque a menudo se descuida, es una etapa esencial para garantizar la eficacia de las medidas preventivas aplicadas.
Si los resultados son positivos, también es buena idea entender los criterios de éxito y utilizarlos como base para reforzar su enfoque y seguir previniendo los RPS. También es necesario actualizar periódicamente el informe sobre los indicadores de RPS. Es aconsejable esperar unos meses antes de volver a evaluar las cifras o cualquier cambio. También se puede volver a preguntar a los empleados por sus puntos de vista y evaluar la evolución positiva tras este planteamiento.
Es importante recordar que todo individuo es propenso a sufrir RPS y que ninguna empresa está exenta. Sin embargo, podemos actuar siendo conscientes de estos factores de riesgo y limitando su impacto mediante la prevención.
