"Si algunos comerciales son buenos negociadores y algunos buenos negociadores son buenos oradores, ¿podemos deducir que algunos comerciales son buenos oradores? Esta es una pregunta típica que apela a sus capacidades cognitivas para medir su razonamiento lógico.
La cuestión aquí no es si va a contratar a este comercial, sino mostrarle a qué se enfrentan sus candidatos a la contratación si se someten a este tipo de pruebas. Al fin y al cabo, los tests de personalidad se llevan la palma entre las herramientas utilizadas en la selección de personal.
Las pruebas que miden las capacidades cognitivas han quedado muy atrás, pero proporcionan información exclusiva para evaluar el potencial de un candidato. En concreto, son aliados inestimables para determinar la fiabilidad de las decisiones de un candidato, su velocidad de aprendizaje, su capacidad de reacción ante el cambio y su precisión de análisis en situaciones críticas.
¿Se trata de un olvido deliberado por parte de los reclutadores? ¿O se trata de una falta de conocimiento del poder de la información que proporcionan estas pruebas? Veamos qué se entiende por "capacidad cognitiva", su impacto en el ejercicio de distintas profesiones y su valor añadido en el proceso de contratación.
¿Cómo se definen las capacidades cognitivas?
Las capacidades cognitivas son similares a las "habilidades de pensamiento" de un individuo. Representan los procesos de razonamiento necesarios para leer el entorno, comprender su complejidad y dar respuestas adecuadas.
Estas capacidades cognitivas se evalúan mediante pruebas de razonamiento. Estas pruebas son cronometradas y bastante exigentes desde el punto de vista mental. Su objetivo no es evaluar lo que el individuo sabe, sino cómo piensa cuando no lo sabe. Sometiéndose a una serie de problemas complejos, se trata de ver cómo los resuelven. ¿Comprenden rápidamente las instrucciones, perciben con facilidad los diferentes elementos de una situación, ven todas las sutilezas, analizan los problemas con precisión, llegan a soluciones coherentes, todo ello en un espacio de tiempo bastante corto?
¿Por qué es importante?
Cada trabajo tiene sus particularidades. Los asistentes ejecutivos deben tener un agudo sentido de la organización y ser capaces de combinar la lista de prioridades. Esto es crucial para el buen funcionamiento de la empresa. Deben ser capaces de operar en territorio desconocido y analizar rápidamente la nueva información para reaccionar adecuadamente. A veces es una cuestión de supervivencia.
Un médico de urgencias debe hacer un diagnóstico fiable en cuestión de minutos y sopesar las consecuencias de una acción en lugar de otra. Está en juego la vida de personas que sufren. Los analistas de ciberseguridad deben pensar de forma crítica para descifrar el modus operandi de los ciberatacantes y proponer estrategias defensivas sólidas. De lo contrario, las consecuencias podrían ser desastrosas.
Podríamos seguir enumerando las competencias cognitivas necesarias para desempeñar cada puesto de trabajo. Demasiado a menudo olvidadas, se dejan de lado en favor de la personalidad, la motivación o las competencias blandas. Sin embargo, las complementan y son las únicas que proporcionan información sobre la forma en que un individuo pensará sobre su entorno de trabajo para reaccionar correctamente ante él.
¿Qué información obtiene el reclutador?
Para los reclutadores, conocer las capacidades cognitivas de un candidato es un factor clave para determinar su nivel de rendimiento en su futuro puesto. Proporciona respuestas a preguntas como :
- ¿A qué velocidad puede aprender este candidato?
- ¿Cuál es su potencial creativo?
- ¿Con qué precisión interpreta las instrucciones?
- ¿Son fiables sus decisiones?
- ¿Con qué rapidez resuelve problemas relacionados con su trabajo?
- ¿Hasta qué punto son receptivos al cambio?
- ¿Qué credibilidad tiene su juicio en una situación nueva?
- ¿Qué competencias podrá desarrollar a corto y medio plazo?
Existen pruebas específicas diseñadas para medir las capacidades cognitivas. El más clásico es el test Reasoning-R, que evalúa la capacidad general de los candidatos para desenvolverse en su entorno profesional.
Aunque estas pruebas son intrínsecamente exigentes para los candidatos, son sencillas de interpretar para los responsables de contratación. Como ventaja añadida, la información proporcionada posiciona rápidamente a los candidatos en cuanto a su capacidad para desempeñar su puesto de trabajo.
