En un mundo en constante evolución , el arte de comunicarse de manera eficaz se convierte en algo más que una simple habilidad: es un pilar sobre el cual se construyen relaciones profesionales productivas, innovaciones destacadas y carreras excepcionales.
En este segundo artículo de nuestra serie sobre las competencias del futuro, exploraremos la importancia de la comunicación en el centro de esta revolución tecnológica, donde el ser humano debe reinventar su manera de interactuar y procesar la información.
¿Cómo definir las competencias en comunicación?
Comunicarse de manera efectiva con otros (y ahora con las máquinas) requiere habilidades cognitivas y comportamentales avanzadas. En este nuevo contexto, se espera que el individuo tenga una perspectiva más amplia para captar la esencia de la información de diversas fuentes y sea pragmático para transmitir sus pensamientos de manera clara, concisa y comprensible a un público objetivo, en un contexto determinado.
Con la llegada de la tecnología digital, uno debe también ser capaz de alternar entre múltiples canales de comunicación para recibir, interpretar y transmitir información de manera efectiva. Saber escuchar, tener tacto y mantener una mente abierta, son comportamientos esenciales, ya que en un entorno tecnológico, la interacción no es solo con humanos sino también con máquinas, ya sea en condiciones reales o virtuales.
¿Por qué es crucial la comunicación?
Con el crecimiento prominente de las herramientas digitales, los métodos de comunicación están evolucionando y desafiando a los individuos en muchos niveles. Se espera que movilicen sus habilidades de simplificación, especialmente para sintetizar la información compleja relacionada con la inteligencia artificial (IA).
La IA genera entusiasmo, preocupaciones e inquietudes. Más allá de su jerga a menudo compleja, el propio concepto de IA todavía es poco comprendido, al igual que los detalles de su uso. Por lo tanto, las habilidades de comunicación clara y simple son esenciales. Explicar los impactos de estas tecnologías, sus capacidades y cómo usarlas es crucial para desmitificarlas y adoptarlas.
La comunicación relacionada con la tecnología también se aplica a las interacciones humanas, donde las máquinas actúan como mediadoras para crear un entorno virtual. La tecnología y el auge del trabajo remoto han revolucionado nuestros métodos de comunicación, que necesitan ser reconsiderados y asimilados por los usuarios. Las interpretaciones erróneas de los mensajes transmitidos virtualmente, las dificultades para elegir los canales de transmisión adecuados y usarlos correctamente, y el aumento de comportamientos digitales inapropiados, resaltan las competencias de comunicación que los individuos ahora deben desarrollar
¿Cómo medir esta competencia blanda?
Las habilidades de comunicación se pueden evaluar de diversas maneras. Los ejercicios escritos son adecuados para medir las capacidades de escritura, síntesis, claridad, concisión y originalidad de un individuo.
De manera oral, las entrevistas, ya sean individuales o grupales, directivas o no directivas, pueden evaluar habilidades de escucha, comprensión, capacidad de respuesta y expresión, especialmente en términos de coherencia no verbal. Estas pueden ser de forma presencial o virtual, siendo también aplicables en las entrevistas asíncronas o diferidas.
Los escenarios simulados son indicados para poner a los individuos en distintas situaciones y observar su habilidad para adaptar su comunicación según el público y el contexto. Permiten evaluar su facilidad de adaptación en diversos canales de comunicación, tanto en la extracción de información precisa como en su transmisión, dominando los códigos específicos de estos canales.
Finalmente, las pruebas psicométricas profundizan en la evaluación de esta habilidad. Identifican el estilo de comunicación preferido del individuo y miden habilidades clave como, la escucha activa, la asertividad, la actitud hacia la retroalimentación, la gestión de conflictos y las habilidades cognitivas relacionadas con la comunicación, como la capacidad de respuesta, la comprensión de texto o la inteligencia verbal.
¿Cómo mejorar la comunicación?
Solicita retroalimentación: Con tantos mensajes siendo transmitidos virtualmente, las malas interpretaciones son comunes. Preguntar amablemente si has sido lo suficientemente claro o cómo fue entendido el mensaje, son preguntas que serán bien recibidas y te ayudarán a mejorar tus comunicaciones. Esta retroalimentación también puede aplicarse a máquinas cuando las respuestas a tus consultas no coinciden exactamente con tus expectativas.
Suaviza tus críticas: La crítica es positiva: permite expresar insatisfacción, explicar hechos y hacer consciente a alguien de elementos a corregir para mejorar. Para que sea constructiva, podría ser conveniente suavizar el mensaje. Es común comenzar con un comentario positivo, luego expresar amablemente la crítica y terminar con otro comentario positivo. Este ejercicio puedes hacerlo tanto de forma oral como por escrito, presencialmente o virtualmente.
Concéntrate en la claridad y concisión: Ya sea con máquinas o humanos, es esencial estructurar tus mensajes claramente. También es esencial adaptar tu vocabulario a la situación y al destinatario, evitando la jerga técnica o términos ambiguos.
En conclusión, en un entorno en constante evolución donde la tecnología está redefiniendo cómo trabajamos e interactuamos, la comunicación emerge como una competencia clave. Ya sea para explicar las complejidades de la inteligencia artificial, navegar en un entorno virtual o simplemente interactuar con nuestros compañeros, la capacidad de comunicarse de manera clara, precisa y empática es fundamental. Es esta competencia la que nos permitirá redefinir los códigos de comunicación para construir fuertes relaciones humanas mientras colaboramos eficazmente con las máquinas.